Tipos de sustrato
El sustrato es el estrato que se encuentra sobre otro estrato (que lo subyace) y en cuya superficie pueden albergarse otros elementos. A su vez, estrato es la capa, la superficie compuesta generalmente de minerales y que pueden albergar y alojar diferentes tipos de hábitats, en los cuales se desarrolla la vida vegetal y animal.
Así mismo, sustrato es un término generalmente empleado en biología, química, física y hasta lingüística, para significar las partes de las cuales se derivan otros elementos o que sirvieron de base. Los sustratos suelen ser medios para otra cosa o de los cuales se desprende otra cosa.
Clasificación de sustratos
Según la ciencia que los emplee, la definición de sustrato puede clasificarse como:
Arcillas: La arcilla es un sustrato natural compuesto de silicatos de aluminio en forma granulosa que forman rocas sedimentarias de fácil disgregación. Existen de diversos tipos y en cada uno de ellos difieren los compuestos agregados que puedan tener. Dependiendo de estas impurezas, puede variar su coloración, textura y consistencia. En su estado puro natural es blanca, su procedencia surge de la descomposición de rocas de diversos minerales en un proceso milenario.
En muchos de sus usos se la suele combinar con agua, lo que la vuelve una sustancia gomosa. Es utilizada como sustrato para cultivos ya que presenta características beneficiosas para determinado tipo de plantas. Para ello, requieren buena aireación y flujo del agua, por poseer un pH neutro. Se pueden encontrar de origen natural como híbridos artificiales.
Pétreos: Son todos aquellos sustratos provenientes de sustancias de origen rocoso. Algunos de ellos provienen de arenas, consecuentes de la descomposición de piedras acuáticas, otros son procesados y erosionados por el movimiento marítimo, o como consecuencia de la acción de la fauna acuática. Otro ejemplo es la arena volcánica, de color más oscuro o negro, tierra volcánica, perlita, también de origen volcánico, pero sometida a procesos artificiales de altas temperaturas.
Orgánicos: Estos tipos de sustratos son de origen natural y están condicionados por la descomposición biológica. Como toda sustancia orgánica, están compuestos del producto de la descomposición de sustancias de orígenes bióticos, como animales o vegetales.
Tanto en su estado natural, como en su uso, suelen estar mezclados con sustancias no orgánicas como minerales, sea por las circunstancias del entorno natural o por precisarse en su manipulación. Como elemento contenedor de ecosistemas o de plantas, por ejemplo, que necesitan tanto de sustancias orgánicas como inorgánicas.
Turbas: es la primer etapa en la descomposición en que se encuentran las sustancias vegetales. Dependiendo de la cantidad de material inorgánico y el estado de descomposición en que se encuentre se pueden dividir en diversos tipos. Se da en zonas pantanosas o semi inundadas, donde escasea el oxígeno, provistas de gran vegetación de arbustos o plantas bajas. Al entrar estas en estado de putrefacción, comienza la transformación de las sustancias en carbono, lo que va generando las turbas.
Gravas: Se trata aquí de los suelos formados totalmente o mayormente por la presencia de rocas. Pueden ser de diversos orígenes: volcánicos, como la piedra pómez, o de cuarzo por ejemplo. También existen artificiales o naturales, que se produce por la fragmentación de grandes rocas. En estado natural pueden hallarse en zonas de sedimentación formadas por determinados accidentes geográficos punto de inflexión de ríos o caídas de arroyos de deshielo o de montañas, canteras montañosas, etc.
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