Tipos de gráficos

¿Qué es un gráfico?

Un gráfico es una representación expuesta como imagen de una serie de datos a través de líneas, símbolos, dibujos, proporciones o cualquier cosa que permita comparar distintas. La palabra gráfico también alude a lo que se encuentra expuesto a la vista, y en el uso cotidiano se usa para adjetivar lo que aparece como claro y representativo en forma de imagen.

(Algunos ejemplos de gráficos)

Justamente por eso lleva ese nombre un gráfico de datos: su expresión de ese modo representa una muestra fiel de una tendencia. Definitivamente no será lo mismo para un receptor del mensaje ‘el índice de mortalidad infantil decreció en un sesenta%’ que ver dos barras comparando los niveles de las dos épocas analizadas.

Programas informáticos de hojas de cálculo, como el Excel permiten elaborar gráficos a partir de los datos de hojas de cálculo, y dan la posibilidad de hacerlo según el tipo de gráfico que se escoja.

Ejemplos de gráficos

Veamos algunos ejemplos de gráficos, con sus ventajas y desventajas:

–Gráfico de barras: cada muestra de un valor (llamada frecuencia) es representada por una línea vertical (u horizontal), que se compara con la que se encuentra a su lado representando en el eje inverso a la barra distintos sectores, empresas, o períodos de tiempo. El principal uso es el de intensificar la diferencia o la similitud entre los grupos comparados.

La incorporación de la tecnología ha incorporado la idea de las tres dimensiones, no muy sencillas de comprender, pero más estéticas y con una posibilidad de variable más.  Es de fácil realización a partir de las distintas hojas de cálculo. Tiene una división interna en las de barras ‘lado a lado’ (en distintas barras, datos comparados), o la de barras ‘apiladas’ (en la misma barra, complementados distintos datos que son también comparados con otra frecuencia)

–Gráfico de torta: Analiza la contribución de las distintas partes de algo al total. Lo que muestra, entonces, son los porcentajes y las proporciones. Este tipo de gráfico pierde las ideas de eje X e Y, porque no quiere comparar el comportamiento de una cosa con el de otra con respecto a algo.

Lo que quiere hacer, por el contrario, es establecer jerarquías y predominios, sin importar los datos cuantitativos. Si se analiza la distribución del ingreso en un país con un gráfico de torta, sería valorable que las porciones no sean tan diferentes entre sí, pero el gráfico no podría explicar (al menos a simple vista) si se trata de ingresos bajos o altos. Para un gráfico de este tipo se necesita comparar una tabla de valores con el ángulo de un giro completo y de las proporciones que se busque.

–Gráfico de líneas: Registran una evolución. Si la idea de las barras es la de comparar los comportamientos en dos situaciones distintas, ésta se ocupará de lo mismo pero de un modo más específico: se centra en el comportamiento en el tiempo de una (o varias si hay más de una línea) cosas. A diferencia de las barras, la muestra gráfica de una simple línea permite intuir en qué fase o tendencia de la evolución se encuentra: crecimiento, decrecimiento, estancamiento, etc.

–Gráfico de área: De interesante uso porque puede caracterizar muchas variables en una imagen muy concreta. Si se quieren comparar N características de distintas cosas, se tomará una figura de N lados iguales, y se orientaran los vértices según las cualidades que se estén comparando. Así, el polígono de mayor área será el que tenga las mejores condiciones, mientras que el que tenga una menor será el que tenga las menores.

–Gráfico de burbujas: Utilizable tanto en un diagrama X, Y, como en imágenes fuera del sistema cartesiano, aportan un importante valor a las comparaciones entre magnitudes. Se le puede asignar una segunda variable si además del tamaño de las burbujas se las distingue por los colores, aunque generalmente es un complemento para la primera variable. Resultan muy útiles por ejemplo, para ser aplicados en mapas comparando características entre los distintos países.