Tipos de dientes
¿Qué son los dientes?
A aquellos órganos anatómicos caracterizados por ser duros y de color blanco se los conoce bajo el nombre de dientes. Estos órganos se encuentran anclados en los maxilares superiores e inferiores y son los que le dan al hombre –y a ciertos animales– la posibilidad de poder morder, masticar, cortar y moler la comida introducida en la boca, lo que permite y facilita la digestión.
Cada diente cuenta con varias partes, una de ellas es la denominada raíz. Esta se encuentra ubicada en el interior del hueso, dentro del alvéolo. La corona, en cambio, es aquella que sí se ve ya que se encuentra por fuera de la encía y es la que se encarga de llevar adelante las funciones básicas del diente. Por último, la zona cervical o cuello, que es la parte que une a las dos antes mencionadas, o sea, a la corona con la raíz.
Además, los dientes se encuentran recubiertos con un esmalte de hidroxiapatita, el mineral de mayor dureza que se ha detectado dentro del cuerpo humano. Por otra parte, en los dientes se puede encontrar la pulpa dentina, que es gracias a sus vasos sanguíneos que los dientes pueden tener sensibilidad, ya que es la que se encarga de transportar la sangre hacia ellos y hacia las fibras nerviosas. Por otra parte, la dentina es la que protege al esmalte y le da elasticidad al diente, por tratarse de una sustancia bastante dura que los recubre. Por último, el cemento dental es el que se encarga de proteger a la raíz y también mantiene unidos el cuello del órgano con el esmalte.
Los dientes a lo largo de la vida
Con respecto al ser humano, este puede ser definido como difiodonte, lo que significa que a lo largo de su vida desarrolla dos tipos de dientes diferentes:
Primarios: también conocidos bajo el nombre de temporarios o simplemente de leche, estos órganos salen cuando la persona tiene entre seis y doce meses de edad, aunque su desarrollo comienza aún antes de que el bebé nazca. Los dientes primarios duran hasta aproximadamente los seis años de edad, que es allí que se caen, en etapas.
Secundarios: estos dientes son los también conocidos como permanentes. Su nombre se debe a que comienzan a salir luego de la caída de los primarios y perduran a lo largo de toda la vida de la persona. De todas maneras, el desarrollo del mismo, dentro de la encía, comienza antes de la pérdida de los de leche.
Por supuesto que ante algún golpe o problema específico, el individuo también puede perder alguno de estos órganos, pero que no se verá reemplazado por ningún otro como ocurre con los primarios. Es por esto que se recomienda cepillar los dientes por lo menos tres veces al día y asistir al dentista regularmente, para evitar que se dañen.
Las personas desarrollan 32 dientes permanentes: 16 de ellos se ubican en la parte superior de la boca, denominada maxilar, y los otros 16 en la parte inferior, que se conoce como mandíbula.
Tipos de dientes secundarios
Dentro de los 32 dientes secundarios que desarrollan las personas se pueden identificar los siguientes tipos:
Premolares: dentro de la boca del ser humano se pueden encontrar ocho dientes premolares, que se ubican entre los denominados molares e incisivos, en la parte inferior, mientras que en la parte superior se hallan detrás de los caninos. Es por medio de estos dientes que la persona puede triturar el alimento que se lleva a la boca. Esto se debe a que cuentan con un par de cúspides que poseen forma puntiaguda y que así lo permiten. Es por ello que también se los conoce bajo el nombre de “bicúspides”.
Molares: los dientes conocidos bajo este nombre cumplen una función similar a los previamente mencionados, es decir, triturar la comida ingerida. De todas formas, los molares tienen una forma diferente. Ya que su ancho es aún mayor y, en vez de contar con dos cúspides, poseen cuatro. Cada persona tiene un total de 12 dientes de estos dientes cuadrados en su boca y se ubican por detrás de los premolares.
Caninos: cada persona tiene en su boca cuatro de estos órganos, también conocidos como colmillos, como consecuencia de su forma puntiaguda. Estos órganos atómicos cumplen la función de desgarrar la comida ingerida.
Incisivos: por último, esta clase de dientes son los que se ubican en la parte frontal de la boca, tanto arriba como abajo, aunque los primeros son de mayor tamaño. Las personas tienen en total ocho dientes incisivos y estos tienen la capacidad de poder cortar la comida que la persona se mete en la boca. Generalmente estos dientes, que sólo tienen una corona, son los primeros que se usan en el proceso de masticado. Por ejemplo, cuando una persona come una manzana, se vale de estos dientes para poder cortar un pedazo. Todo esto lo logran gracias a que su borde es puntiagudo. La corona de los incisivos tiene más bien forma de cono.
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